GRUPO 4
¿A qué no sabían que existían Caperucitas de diferentes colores?
Pinchen en los links que les proporciono a continuación y entérense de cómo y qué hace esta niña multicolor.
Caperucita Roja, Verde, Amarilla, Azul y Blanca: juanjopeli.blogspot.com.uy/2011/02/caperucita-verde-amarilla-azul-y-blanca.html
Acá aparecen datos del escritor Tony Ross y más datos de su versión vegetariana del lobo:
www.imaginaria.com.ar/2009/05/tony-ross/
Ahora lean la siguiente información y respondan a las preguntas que se realizan al final.
La reformulación del cuento en la literatura infantil moderna
Según cita Colomer, durante la década 1930-1940, Elena Fortún realizó en España una versión del cuento en la que el lobo se comía sólo el reflejo de Caperucita en el espejo. Menciona también la del mexicano Antoniorrobles (1967), en la que el lobo era llevado a la cárcel, quedaba sujeto a régimen vegetariano y se hacía amigo de Caperucita, quien intercedía por él en el juicio. Eran versiones que acompañaban los lineamientos pedagógicos de la época, que suprimían la carga de violencia y adherían a los valores de perdón y reconciliación y, por supuesto, también evidenciaban un rechazo por los cuentos populares. Colomer sostiene que "a pesar de estas críticas la recuperación de estos cuentos para la infancia se ha mantenido inamovible, ya las teorías psicoanalíticas de la década de los setenta habían actuado como un desencadenante de la reivindicación educativa de la fantasía, progresivamente sentida y teorizada tras unas décadas de predominio racionalista y realista".
Según señala Pisanty, después de la Primera Guerra Mundial se inicia una drástica reinterpretación de los cuentos clásicos. Las versiones tradicionales siguen siendo dominantes, pero junto a ellas se desarrolla un repertorio muy numeroso de reescrituras, parodias y "ejercicios de estilo", orientados a descomponer los cuentos tradicionales. Algunas de estas reelaboraciones están destinadas al público adulto, que puede captar las referencias intertextuales y los contenidos satíricos que proponen. En otras reelaboraciones, los destinatarios previstos de los relatos son los niños y nos reflejan una nueva imagen de infancia, diferente a la que transparentaban las versiones tradicionales. En general, en estas nuevas versiones, el papel destacado le corresponde al humor. Ese elemento paródico y provocativo se presenta primero en las reescrituras para adultos y, más tarde, se traslada al público infantil.
En el caso particular de Caperucita, será recién a partir de la segunda posguerra que se produce una verdadera inflexión en la actitud de los escritores hacia la infancia y hacia el personaje de Caperucita y, por lo tanto, hacia los destinatarios infantiles. Pisanty cita un ejemplo donde la protagonista recupera su independencia y consigue derrotar al lobo por sí misma (C. Storr, 1955), o en la que la niña y la abuela se alían para matar al lobo sin necesidad de la intervención de ningún hombre que las salve (versión feminista del Merseyside Fairy Story Collective de Liverpool, 1972).
Las recomposiciones de los cuentos para la infancia moderna se mantienen bastante fieles a la trama clásica y los cambios sustanciales se producen en el plano de la expresión: modernización del lenguaje, uso de jerga juvenil o registros coloquiales, introducción del humor, etc.
Libros contemporáneos más conocidos
Veamos algunos ejemplos de versiones o reescrituras del cuento de Caperucita, realizadas por autores contemporáneos, que promueven múltiples lecturas. Según el país de origen, hay reelaboraciones del cuento que derivan de la versión de Perrault y otras de la de los hermanos Grimm.
En la versión del autor inglés Tony Ross (Altea, 1982), Caperucita es la hija de un leñador que la estimula a desenvolverse con libertad en su vida cotidiana en el bosque. En esta versión la estructura narrativa permanece casi invariable. El tono ligero del relato, unido a la comicidad de las ilustraciones, representa un intento de desdramatizar el cuento clásico y eliminar su sentido amenazador. Aquí el lobo es desterrado en vez de ser descuartizado por el cazador. En el exilio se vuelve vegetariano y aprende a cultivar el huerto. No se culpa a la niña por su frivolidad o por su desobediencia y desaparece la moraleja de Perrault. Se puede decir que de su lectura surge un mensaje pacifista y ecológico; en su texto se percibe como la cultura antiautoritaria de los años setenta recurría a la reescritura para introducir nuevos valores sociales en la literatura para niños. Una especie de nuevo didactismo (al revés) de corte progresista, donde cabría incluir gran parte de la literatura infantil actual. Como señala Colomer: "la ampliación de las fronteras de la permisividad y la adopción de nuevos valores no implica la anulación de límites a la adecuación moral en los cuentos infantiles, sino su simple transformación".
Otro ejemplo es la propuesta "cromática" de Bruno Munari y Enrica Agostinelli, Caperucita Roja, Verde, Amarilla, Azul y Blanca (Anaya, 1998). En ella cada color es una versión diferente y cada variante afronta el núcleo narrativo principal: Caperucita Verde es amiga de las ranas que la salvan del lobo; Caperucita Amarilla vive en la ciudad y observa cómo el tránsito urbano se vuelve casi tan peligroso como atravesar el bosque; Caperucita Azul es una pequeña pescadora que lucha contra un pez-lobo; Caperucita Blanca está envuelta en el misterio porque un manto de nieve la hace invisible a la mirada de los lectores (gráficamente se resuelve con las páginas en blanco). Se trata de un juego de descomposición y vuelta a recomponer el cuento según la clave elegida, que promueve una interpretación activa del destinatario.
1. ¿Qué sucede en la versión de Caperucita Roja de Elena Fortín?
2. ¿Qué cambios tiene el cuento luego de la Primera Guerra Mundial?
3. ¿Qué cambios tiene la versión luego de la Segunda Guerra Mundial?
4. ¿Cómo es la versión de Tony Ross?
5. Explica porqué el cuento de Munari y Agostinelli se titula “Caperucita roja, verde, amarilla, azul y blanca”.